
Menuda tontería. La verdad es que cada vez entiendo menos la moda que tienen los americanos, que de un tiempo a esta parte sólo hacen remakes. Y con esta peli más todavía. La única gracia de esta peli es que en algunos momentos los actores americanos hablan en japonés. En la versión en castellano ni eso. Para empezar es práctimamente la misma historia que la japonesa, aquí
LA MALDICIÓN. El director es el mismo. Los personajes del niño, la madre, e incluso del policía són los mismos actores. Toda la peli está rodada en Japón y ocurre en la misma casa. Además pega los mismos saltos de tiempo. Si la moda de remakes había llegado a un punto absurdo, éste se lleva la palma. Hubiese quedado mejor una historia nueva, y no repetir la misma. Viéndola he tenido una sensación de
deja vú. Incluso dura lo mismo que la japonesa. Una decepción, como ya temía, para ser producida por Sam Raimi. Parece que se le han trastocado las neuronas a este hombre desde que hace
Spiderman, y que ya no tenga idéas. Incluso he leído que le haría ilusión una cuarta parte del arácnido. Para colmo ha dado el visto bueno para un remake de
Evil Dead. ¿No lo era ya
Evil Dead 2? ¿Por qué no se dedica a hacer
Evil Dead 4? Será que con el tiempo, los directores que valen se vuelven
gilipollas. Que se le va a hacer.
Menos mal que han estrenado
One Missed Call (Llamada perdida) de
Takashi Miike, y en más de una sala. Lástima que mucha gente preferirá
Alexandro.
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